La fe inquebrantable
Sábado 3 de Pascua
Ciclo B

20 de abril de 2024.

Lecturas de hoy:
Hechos 9:31-42
Salmo 116:12-17

San Juan 6:60-69

60 Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?»

61 Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza?

62 ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?...

63 «El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida.

64 «Pero hay entre vosotros algunos que no creen.» Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.

65 Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.»

66 Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él.

67 Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»

68 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna,

69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»

Palabra del Señor


"La fe inquebrantable"

El Evangelio según Juan nos presenta un pasaje que destaca la importancia de la fe inquebrantable en el seguimiento de Jesucristo. Este pasaje sigue al discurso de Jesús sobre el Pan de Vida, en el que muchos de sus seguidores expresaron dudas y dificultades con respecto a sus enseñanzas.

Algunos de los discípulos de Jesús, al escuchar sus palabras sobre comer su carne y beber su sangre, quedaron desconcertados y murmuraron entre sí, diciendo: "Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?" (Juan 6:60). Para aquellos que no comprendían el verdadero significado de las palabras de Jesús, este pasaje representaba un obstáculo para su fe. Sin embargo, en lugar de aclarar sus palabras, Jesús profundiza en su enseñanza, lo que lleva a una mayor división entre sus seguidores.

Jesús, consciente de las dudas y la incredulidad que surgieron entre sus seguidores, les pregunta: "¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?" (Juan 6:61-62). Aquí, Jesús está llamando a una fe que va más allá de la comprensión humana, una fe que confía incluso cuando no comprende completamente.

Este pasaje nos desafía a examinar la naturaleza de nuestra propia fe. ¿Estamos dispuestos a seguir a Jesús incluso cuando sus enseñanzas son difíciles de entender? ¿Estamos preparados para confiar en él incluso cuando no podemos ver el panorama completo?

Para algunos de los discípulos de Jesús, estas palabras fueron un punto de inflexión. "Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él" (Juan 6:66). La enseñanza de Jesús fue demasiado difícil de aceptar para aquellos cuya fe no era lo suficientemente fuerte como para aceptarla. Sin embargo, en contraste con los que se alejaron, Pedro, en un acto de profunda fe, declaró: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios" (Juan 6:68-69).

En esta declaración, Pedro reconoce la singularidad de Jesús como el portador de la vida eterna. A pesar de las dificultades y los obstáculos, Pedro y los otros discípulos eligen seguir a Jesús, aferrándose a la convicción de que solo él tiene las palabras de vida eterna. Esta respuesta de Pedro revela una fe profunda y una confianza inquebrantable en Jesucristo como el Hijo de Dios.

Este pasaje nos desafía a examinar nuestra propia fe y compromiso con Cristo. ¿Estamos dispuestos a seguir a Jesús incluso cuando sus enseñanzas son difíciles de aceptar? ¿Tenemos la misma convicción que Pedro y los otros discípulos, reconociendo que solo Jesús tiene palabras de vida eterna? Que este pasaje nos inspire a cultivar una fe inquebrantable en Jesucristo, reconociendo que solo él tiene las palabras de vida eterna.