El mandamiento del Amor
Domingo 6 de Pascua
Ciclo B

05 de mayo de 2024.

Lecturas de hoy:
Hechos 10:25-26, 34-35, 44-48
Salmo 98:1-4
I Juan 4:7-10

San Juan 15:9-17

9 Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor.

10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

11 Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.

12 Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.

13 Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.

14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

15 No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

16 No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.

17 Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.

Palabra del Señor


"El mandamiento del Amor"

El Evangelio de Juan nos presenta un diálogo profundo entre Jesús y Sus discípulos, donde Él revela verdades esenciales sobre la vida cristiana. Hoy encontramos un pasaje donde Jesús enfatiza el mandamiento del amor, instando a Sus seguidores a amarse mutuamente como Él los ha amado. Estas palabras de Jesús nos desafían a vivir en un amor comprometido y sacrificial, reflejando el amor mismo de Dios en nuestras vidas.

Jesús comienza recordándoles a Sus discípulos el amor inquebrantable con el que Él los ha amado, un amor que refleja el amor del Padre hacia Él mismo. Este amor es la base sobre la cual Jesús les insta a permanecer. La permanencia en el amor de Cristo está intrínsecamente relacionada con la obediencia a Sus mandamientos, una obediencia que refleja Su propia relación de sumisión al Padre.

El propósito de Jesús al compartir estas enseñanzas es que Su gozo pueda estar en Sus discípulos y que su gozo sea completo. Este gozo no se encuentra en la satisfacción de deseos egoístas, sino en el amor obediente que los discípulos muestran unos hacia otros.

Jesús presenta Su mandamiento supremo: amarse mutuamente como Él los ha amado. Este amor va más allá de las palabras y los sentimientos; implica un compromiso activo y sacrificial por el bienestar de los demás. Jesús ilustra este amor supremo con la idea de dar la vida por los amigos, un acto de amor que Él mismo demostrará en la cruz.

Además, Jesús establece una nueva relación con Sus discípulos, no como siervos, sino como amigos. Esta relación se basa en la revelación íntima de la voluntad del Padre a través de Jesús mismo. Los discípulos son comisionados para llevar fruto duradero, fruto que proviene de su relación íntima con Jesús y su obediencia a Su mandato de amor.

Juan nos ofrece una visión profunda del mandamiento del amor según Jesucristo. Este mandamiento no es solo un llamado a sentir amor, sino un desafío a vivir en un amor activo y sacrificado, reflejando el amor mismo de Dios en nuestras vidas. Que estas palabras nos inspiren a amar a los demás como Cristo nos ha amado, demostrando así nuestro discipulado y nuestra relación íntima con Él.