La persecución por amor a Cristo
Sábado 5 de Pascua
Ciclo B

04 de mayo de 2024.

Lecturas de hoy:
Hechos 16:1-10
Salmo 100:1-3, 5

San Juan 15:18-21

18 «Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros.

19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo.

20 Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; si han guardado mi Palabra, también la vuestra guardarán.

21 Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

Palabra del Señor


"La persecución por amor a Cristo"

El Evangelio de Juan nos presenta las palabras de Jesús dirigidas a Sus discípulos, abordando temas fundamentales de la vida cristiana. Hoy encontramos un pasaje donde Jesús les habla sobre la inevitabilidad de la persecución para aquellos que siguen fielmente Su camino. Estas palabras de Jesús son un recordatorio del costo de ser verdaderos discípulos y del llamado a mantenerse firmes en medio de la adversidad.

Jesús comienza señalando la hostilidad del mundo hacia Sus seguidores. Él les advierte que si el mundo los aborrece, es porque primero lo aborreció a Él. Esta realidad contrasta con la expectativa natural de ser amados y aceptados por aquellos que nos rodean. Sin embargo, Jesús les recuerda que ellos no son del mundo, sino que han sido elegidos y llamados fuera del mundo por Él mismo.

La incompatibilidad entre el camino de Cristo y el mundo se hace evidente en la persecución que enfrentarán Sus discípulos. Jesús les dice claramente que si Él fue perseguido, también lo serán aquellos que sigan Sus enseñanzas. Esta persecución no es simplemente una posibilidad teórica, sino una realidad concreta que los discípulos enfrentarán por causa de Su nombre.

Es esencial entender que esta persecución no es una consecuencia de malas acciones, sino un resultado de la identidad y el testimonio de Jesús en Sus seguidores. La luz de Cristo expone las obras de oscuridad en el mundo, y aquellos que viven en la oscuridad no pueden soportar la luz. Por lo tanto, la persecución surge como una reacción a la presencia de Cristo en los creyentes.

Juan nos ofrece una perspectiva clara sobre el costoso llamado de seguir a Jesucristo. Ser discípulo de Cristo implica identificarse con Él y compartir en Su sufrimiento. Sin embargo, también nos asegura que nuestra fidelidad será recompensada y que nuestra persecución es un testimonio de nuestra identidad en Cristo. Que estas palabras nos inspiren a mantenernos firmes en nuestra fe, incluso en medio de la persecución, confiando en la promesa de Jesús de estar con nosotros en todo momento.